Cuento de ciencia ficción en el que un doctor hace trasplantar su cerebro a un joven que murió en un accidente en Paris. Adaptación de la novela de Alain Franck y Victor Vicas. Valcroze escapa la fácil tentación de la trama de locura y asesinatos. Prefiere citar a Robert Bresson, Dostoievski y la ambigüedad del género fantástico. Lo que queda son algunos sutiles hallazgos de puesta en escena como el rostro de Mathieu Carrière al recrear el accidente, una reflexión bastante lúcida sobre lo nuevo y lo viejo.