Documental en el que Godard reflexiona sobre el encargo de realizar un film para celebrar los 500 años de la ciudad de Lausanne. Godard expresa en primer persona la incapacidad del cineasta para capturar las cosas simples y la necesidad de volver a los colores. Al mismo tiempo que muestra algo de la iconografía y los sonidos de la ciudad, por lo que cumple con el encargo.