Documental sobre un trío de conciertos (en Arizona y New Jersey) de The Rolling Stones en su gira por los Estados Unidos en 1981. Si bien no tan riguroso como Scorsese y Demme a la hora de filmar recitales, Ashby sigue el mismo principio de quedarse en todo momento con los músicos y el escenario (en este caso el público se ve, pero sólo de fondo). El problema es que filmar en un gran estadio supone ciertos problemas logísticos (no existían los rieles de ahora que aportaran los planos frontales), por lo que Ashby se ve forzado a ubicar las cámaras a los costados o detrás del escenario. El resultado es igualmente impresionante porque la teatralidad de Mick Jagger y la potencia de las canciones de los Stones (21 en total en apenas 90 minutos de duración) son capaces de cubrir cualquier hueco.