Cuarta parte de Lethal Weapon (1987) en la que la pareja de detectives se enfrenta a un mafioso chino en Los Angeles. A estas alturas la serie apuesta definitivamente por la comedia con algunos momentos de acción. Se acentúa el paso del tiempo y la condición de una familia de los personajes. La trama de inmigrantes ilegales y falsificación de dinero no le interesa a nadie, ni siquiera a los realizadores. Pero la película tiene todos los elementos en su lugar: la supuesta química y el carisma de la pareja protagonista, una dosis abundante de violencia, chistes fáciles y gags de rápido consumo (cortesía de Chris Rock), los vacuos efectismos de la dirección de Richard Donner (un veterano siempre atento a las nuevas modas). Pero sobre todo tiene un villano de calidad, con la incorporación de Jet Lee. Hay que reconocer que es el mejor capítulo de la saga.