Drama en el que un capitán de barco regresa a Paris a causa de una tragedia familiar en la que su cuñado (y mejor amigo) se suicidó y su sobrina está perdida en una espiral de droga y prostitución. Tal vez Denis no quiere ahondar mucho en la sordidez de la historia, pero sí nos pasea por los lugares más oscuros de la ciudad y de la psiquis humana. El gran mérito de su film es no victimizar a ninguno de los personajes, especialmente los femeninos. Vuelve a demostrar que es una de las mejores directores que utiliza la música. Una nueva colaboración con Stuart Staples de Tindersticks ya habla de una las parejas más sólidas entre compositor y cineasta de la actualidad. Esta vez con cámaras de video que le permiten filmar la noche sin demasiadas luces, el martirio o el periplo del protagonista interpretado por Vincent Lindon es similar al de Isabelle Huppert en White Material (2009). Sus protagonistas deambulan por un caos que los rodea, van de un lado al otro y la realidad adquiere una tonalidad alucinada.