Drama en el que una mujer rica levanta a una artista callejera y se la lleva a una casa en la playa en Saint Tropez donde conocen a un arquitecto del que se enamoran. La frialdad habitual de Claude Chabrol en cuanto a la puesta en escena y las actuaciones se adapta perfecto a una historia de pasiones y amores de poderosos contrastes. Destacar la valentía de ser uno de los primeras películas que trata directamente el tema del lesbianismo y la bisexualidad. La trágica resolución confirma a Chabrol como un fatalista.