Historia de amor de un artista callejero y una mujer que está perdiendo la vista que viven en los puentes de Paris en las vísperas del bicentenario de la revolución francesa. Carax pierde toda la sutileza, la inteligencia y la coherencia en pos de un abrumador despliegue visual que incluye fuegos artificiales, una escena de esquí acuático y los puentes cubiertos de nieve. Lo peor es la forma en que aísla y caracteriza a la pareja protagonista. A partir de ahí no se puede construir nada.