Documental sobre la tía de Michel Gondry, una maestra rural, en Francia desde 1958 hasta 1986. Gondry revisa su historia familiar a partir de una colección de películas caseras, de técnicas del cinéma vérité y de un paseo por los lugares, la memoria, los traumas y las heridas todavía abiertas del pasado. Recurre a entrevistas informales, al uso melancólico de las canciones, a la estética granulada de la fotografía y a algún que otro efecto especial. Es un acercamiento particular que mezcla cálculo y espontaneidad. Lo cierto es que logra uno de los retratos humanos más honestos de su obra a partir de la compleja relación de madre e hijo. Más allá de que el recorrido por las escuelas es una simple excusa, que no se detiene a explicar las relaciones, que algún segmento podría evitarse (New York) y que por momentos pierde el hilo y el núcleo, el film es un producto con una dinámica abierta e intuitiva. Mientras busca posicionarse en el Hollywood más industrial, Gondry se hace tiempo para hacer películas más personales en Francia.