Drama en el que un profesor negro se hace cargo de una escuela secundaria en decadencia por las drogas y la delincuencia en New Jersey. Avildsen trata de hacer un crowd pleaser realista. El problema son las lecturas políticas que se escapan de semejante planteo: los activistas de la década de 1960 quedan convertidos en fascistas de la década de 1980. Se le pide demasiado al espectador, por las conexiones a gran escala de la situación y la acción que debe hacer, para luego resolverlas en penosos movie montages.