Cuento de terror en el que un doctor se convierte en un psicópata a partir de una poción que toma en el oeste de París. Renoir toma la novela de Robert L. Stevenson y la adapta fielmente, salvo por los nombres y la recolocación en París y la actualidad. Su señor Hyde es una de sus creaciones más personales, con cierto aire de Boudu, absolutamente irredimible, pero completamente libre de las etiquetas y convenciones sociales. La manera de moverse, de gesticular y de usar un bastón no para caminar sino para golpear a todo el que se ponga delante, siempre capturada en planos generales, es sencillamente brillante. Renoir mantiene el misterio sobre verdadera la identidad de su criatura, como si estuviera contando la historia por primera vez. De allí que el punto de vista del relato esté conducido por el abogado y amigo del Doctor Jekyll y que la utilización de la voz en off durante la inclusión de los flashbacks no resulte demasiado molesta.