Policial de acción en el que un detective se obsesiona con una prostituta mulata mientras investiga un caso de narcotráfico en Paris. Luego de Fort Gaganne (1984) Alain Corneau vuelve al policial, pero ya carece del rigor y el encanto de los clásicos de sus primeras películas. Ni el personaje principal, ni la historia de amor y mucho menos la trama policial pueden darle un poco de sustento al film. Es cierto, la música de Otis Redding es un paliativo. Pero para la resolución nos tiene reservada una bazuca y ahí sí, comprobamos que el cine francés estuvo en la década de 1980.