Aventura en la que dos buceadores participan de una competencia en el mar Mediterráneo. El film es un producto comercial con ciertas pretensiones artísticas. Se agradece los pocos diálogos y lo poco que explica Luc Besson, la libertad con que se mueve la trama en la primera parte, las bellísimas escenas bajo el agua y la intención didáctica de la competencia. Pero una vez que el guión inserta los episodios más trágicos y melodramáticos de la trama, se establece un peligroso contraste entre la inexplicable obsesión del ir a más con las intenciones simpáticas del principio y la historia de amor de la empleada norteamericana Rosanna Arquette de fondo.