Policial en el que un informante trata de impedir que un amigo recién salido de prisión vuelva a caer en Paris. El cine de Melville es elegancia, y no sólo en la vestimenta de los personajes, sino en los diálogos, la planificación, la música y la fotografía. Aunque en este film se lo ve un poco más cínico y burlón que de costumbre (el protagonista se acomoda el sombrero antes de morir al final). Si hay que sumar influencias contemporáneas de su cine no hay que olvidar los policiales de Michael Mann.