Drama criminal en el que una señora mayor no puede evitar que su hijo muera de sobredosis por unos estupefacientes conseguidos a través de unos barras bravas de un equipo de fútbol de Buenos Aires. El índice de criminalidad de la inclusión de los primeros planos es alto. Lo bueno del estilo televisivo de Carreras es que cuando recrea un programa o unos noticieros, lucen totalmente auténticos. La secuencia del principio muestra “los barras bravas” como una horda de zombis. Es una lástima que no pueda integrar la trama de estos con la historia de los protagonistas. Al cuidado de un niño de once años, Tita Merello queda despedida del cine.