Drama en el que un joven agente inmobiliario que vive con su novia empieza a aislarse en Paris. Alain Jessua hace un gran trabajo en la descripción de los personajes evitando el conflicto. Al plantar pequeñas semillas de inquietud e incertidumbre e incluir una escena de crueldad sin motivo (el paseo en el parque) hace un retrato realista de la esquizofrenia, hasta llegar al color blanco-clínico.