Drama en el que una prostituta sometida por su proxeneta conoce a un joven estudiante de pintura en Buenos Aires. Torre Nilsson filma una de sus primeras historias de amor condenadas al fracaso. El film es bastante sórdido y la resolución no es para nada complaciente. Pese a que no hay fugas absurdas y surrealistas, la película tiene algunos elementos en común con la trama de Blue Velvet (1986): el joven que se obsesiona, la relación sadomasoquista y la madre que no puede ver a su hijo.