Melodrama en el que una actriz se hace pasar por la madre de un ciego para cobrar una fortuna en una mansión de Buenos Aires. La base policial con que arranca la película generaba algo de misterio y expectativa, principalmente porque el punto de vista del relato viene dado por el personaje de María Duval en un rol más adulto. Pero este recurso se va desinflando conforme pasan los minutos en beneficio de la victimización ajena, lo que todos los involucrados creen saber y a la vez tratan de ocultar.