Docudrama en el que una chica francesa llega a una escuela para blancos y negros en Abidjan, Costa de Marfil. Esta vez Jean Rouch encuentra en la escuela el disparador de la ficción (el film forma parte del experiment) y el ámbito propicio para la actuación y las discusiones. El sonido directo funciona como forma de proximidad al cuerpo y los actores. Si bien los flirteos amorosos no pasan de la mera representación, sus símbolos adquieren significado en la imagen del banco encallado en la playa.