Comedia en la que dos amigos llevan al hermano de uno de ellos a las playas de Mar Azul para que se olvide de casarse. Los diez números musicales impuestos por la discográfica asociada dejan poco más de 40 minutos de película en sí. Con ese escenario es poco lo que se puede construir. Si cada tanto alguna escena se roba una sonrisa y se vislumbra cierto esquema de comedia romántica, la complicidad se diluye en el retrógrado retrato de las mujeres. La inclusión del director alemán (o polaco) que realiza los números musicales en la playa bien puede reflejar la posición de Aristarain respecto al proyecto.