Comedia dramática en la que un director de cine quiere hacer una película sobre un supuesto rey en la Patagonia. La película es casi un milagro en el cine argentino de la década de 1980, precisamente porque trata de eso: de lo milagroso que es hacer un film en un país como la Argentina. Más allá de que la reflexión entre la ficción y la realidad no está del todo explorada, el poder visual de las imágenes y la naturalidad con que se inserta el humor se imponen.