Thriller en el que la policía investiga una pensión en la que vive un asesino en Buenos Aires. Nueva adaptación de la novela L’assassin habite au 21 (1939) de Stanislas-André Steeman. Si Clouzot plantó la semilla del giallo en el cine, Christensen fue uno de los primeros que la regó (el título y la apariencia del asesino son premonitorios). Si hay que comparar las dos versiones, el film de Clouzot arranca mejor, explota mejor la comedia y dibuja mejor a los personajes, pero el de Christensen tiene una vibración más realista, explora más el misterio de la identidad del asesino y elabora un clímax más inquietante.