Policial en el que el dueño de una compañía de transporte trata de evitar que su amante sea condenada por la muerte de su novia en Bourdeaux. Corneau vuelve a contar con Yves Montand en una trama de punto de partida similar a Police Python 357 (1975). Pero esta vez soluciona la condescendencia hacia el espectador al dosificar mejor la información, delegar el protagonismo al detective interpretado por Jean-François Balmer y urdir una rebuscada trama que termina en una persecución de camiones en Vancouver, Canadá. Deja atrás la incredulidad de la trama por su trágica resolución. Los policiales de Corneau mezclan realismo (en la temporalidad) con artificio (en las vueltas del guión). Es una lástima que la actuación de Carole Laure resulte tan apática como amante (más aun considerando la intensidad Marie Dubois en el papel de la novia).