Drama en el que un adolescente drogadicto acompaña a su madre cantante de ópera en una gira por Italia luego de la muerte su padre en New York. Nuevamente Bertolucci cita a dos pilares de la modernidad: Antonioni (el deambular de los personajes seguidos en magistrales travellings) y Godard (la conflictiva y metafórica relación de Europa y América). El tratamiento del incesto no es para nada escandaloso. Es casi terapéutico, podríamos decir. Aunque la relación no se consuma de modo explícito, la resolución plantea un mutuo entendimiento que no por conformista deja de ser auténtico.