Drama en el que una profesora de historia investiga si su hija adoptada proviene de desaparecidos en Buenos Aires. Si bien el film no carece de méritos (la progresión narrativa, la contención de las actuaciones, la última imagen de la niña), hay un poco de condescendencia en el retrato de los personajes en pos de la importancia autoimpuesta del tema. El unánime reconocimiento (nacional e internacional) de la película en el momento de su estreno tal vez se deba más a cuestiones políticas que artísticas.