Comedia de acción en la tres agentes deben detener a una banda de criminales que secuestró a un científico en Argentina. Partiendo de la base de que Vieyra (cuando no hace películas de terror) es uno de los peores directores de la historia del cine argentino, no se puede esperar mucho del producto. Por lo que cada plano o cada montaje de cierta “normalidad” sorprende. El film construye un todo homogéneo de ineptitud y ridiculez que toca sus puntos más altos en la repetición del ralentíes y en las peleas robóticas.