Drama en el que un joven sacerdote se enamora de una chica que lo cuida convaleciente en el pueblo de Artaud en el siglo XIX. Si bien la inclusión del color, la utilización constante del zoom y la previsibilidad de la historia podría suponer un retroceso en su poética, Franju encuentra otros elementos sobrenaturales. A partir de los sonidos de la naturaleza y la música, de la virgen María que asoma en una caja cerrada y los planos subjetivos de los árboles desde el suelo crea un particular paraíso edénico.