Drama en el que una delincuente argentina en fuga se enamora del hermano del pintor para el que posa en México. Las peores características del cine comercial de la época (diálogos imposibles, imagen acartonada, números musicales irredimibles) se hacen presentes en el film. Ni siquiera los habituales desnudos de Sarli se lucen porque están reducidos a lo mínimo. Sólo el aliento trágico del final invita a la simpatía.