Cuento de terror en el que un policía investiga unos asesinatos en un teatro de revista de Buenos Aires. El film es una curiosa variación del tema de Le Fantôme de l’opéra con algunos tics visuales del incipiente giallo italiano (los planos de los ojos, los colores de la fotografía, las mujeres bellas). Pero los diálogos y las actuaciones son atroces. El tono irreverente/delirante de los films de terror de Vieyra se aplica mejor a vampiros y científicos locos. Nuevamente el trabajo de fotografía de Aníbal González Paz es excelente, ya sea en los interiores oscuros y decadentes del teatro o en el plano más bello de toda la obra de Vieyra: el amanecer en la Costanera. La escena de la fiesta descontrolada es todo un antecedente psicodélico en el cine argentino de la década de 1960 (aunque recién se estrenó en su país de origen en 1971).