Drama en el que una chica recién graduada se reencuentra con su ex novio en Chicago. El film es un crudo ejercicio de confesión, intimidad y cotidianidad que sorprende por la naturalidad de sus escenas de sexo. Pero no se sostiene por su densidad dramática, profundidad en el retrato de personajes o inteligencia de los diálogos. Lo que sumado a la imagen de video casero hacen flaquear al producto. Igualmente el contraste de la intimidad de las acciones y la falsedad de las relaciones por momentos recuerda a Intimacy (2001) de Patrice Chéreau. En este caso nos encontramos con personajes temerosos de expresar sus emociones, cómodos en el estancamiento y con deseos de transgredir algunos límites, recursos que son una constante en el cine mumblecore. Recursos formales como la yuxtaposición de imagen y sonido, el audio de entrevistas sobre separaciones o los montajes anticipatorios no están del todo aprovechados. La antigua disputa entre el amor y el sexo toma el camino más reaccionario y conservador. La resolución lo deja claro. Swanberg le puso un poco de sexo al indie americano. Esperemos que en la próxima, también le ponga ideas.