Drama criminal en el que una mujer secuestra a la esposa de un político para que le devuelvan a su esposo capturado por la mafia en Kansas City en la década de 1930. Lo mejor del film es la banda sonora de jazz que toca sin parar a lo largo de toda la película, como una forma de desdramatizar el conflicto principal. El retrato de las tensiones políticas (fraude en las elecciones) y raciales (marginación de los negros) es propio de la época en que transcurre la película.