Aventura de ciencia ficción en la que un parque temático de dinosaurios reales está a punto de abrir en una isla en el Océano Pacífico. Adaptación de la novela de Michael Crichton. El film se sostiene en el encanto del descubrimiento de los dinosaurios y en la pericia de los efectos especiales. Por lo demás, la película es una aventura carente de matices, principalmente por la chatura de los personajes. Algunos detalles visuales (el agua del vaso que se mueve, la inscripción en el espejo retrovisor) no redimen el execrable papel de los niños y los chistes que lanza el personaje de Jeff Goldblum. Los efectos especiales digitales y prostéticos se combinan sin problemas (a veces es difícil distinguirlos), aunque algunos puntuales dejan mucho que desear.