Policial fantástico en el que un justiciero protege a la hija de un banquero buscado por criminales en París en la década de 1910. Remake de Judex (1916). Antes que el spaguetti western, antes que Brian De Palma, Franju construye su película desde el más puro imaginario fílmico y la conciencia cinéfila. Los resultados son sorprendentes. El gran mérito que tiene es dotar a las imágenes más simples y más banales de una dimensión irracional (el ataque a la monja en una estación de tren) y perturbadora (la fiesta con disfraces de pájaros).