Comedia de terror en la que una adolescente ve como su mejor amiga es poseída por un demonio y se convierte en asesina en un pueblo de Minnesota. Todos los atractivos y el descaro de la propuesta (film de terror de chicas para chicos, el segundo guión de Diablo Cody luego de Juno (2007), el humor negro, la crueldad adolescente, las referencias al rock indie y la cultura pop, la presencia de Megan Fox) podían hacer suponer lo mejor o la peor. Ni lo uno ni lo otro. El film encuentra sus mayores virtudes muy por fuera de las razones de su comercialización: el personaje y la interpretación de Amanda Seyfried, cómo sugiere el conflicto de amistad de las protagonistas, el aporte de los secundarios (J. K. Simmons), el ritmo narrativo sostenido y algunos estilismos visuales. Porque después Megan Fox no se iba a desnudar, el body count ni gore ni aterrador, la comedia apenas se lleva un par de sonrisas y las canciones son un rejunte intrascendente. En ese sentido puede resultar decepcionante. Jennifer’ Body es un producto modesto que esconde sus virtudes y expone algunos defectos, para nada despreciable.