Tercera parte de Jeepers Creepers (2001) en la que el demonio que sale cada 23 años sigue su matanza en un condado ficticio de Florida. Lo primero que llama la atención de la película es ¡qué personajes y actores feos! La primera secuencia de la película es desastrosa. La protagonista es una muñequita preciosa, pero carece de alguna aspereza que haga creer que haya alguna fricción en su contacto. Un colorado pecoso oficia de incipiente noviecito. Los adolescentes motociclistas cumplen el rol de bullies de rigor. El sargento policía es interpretado por un actor (Brandon Smith) forzado a parecer exactamente igual a los 16 años que separan a este film del original. Lo cierto es que Jeepers Creepers 3 parece más una película de acción que un film de terror. A favor se puede decir que la puesta en escena de Salva está a salvo de los tecnicismos visuales de los directores del nuevo milenio, pero no mucho más. El monstruo no habla, aparece bastante y afortunadamente todavía es interpretado por actor (Jonathan Breck) en maquillaje, el mismo actor de las tres entregas. Los asesinatos (en realidad capturas de víctimas) son olvidables.