Melodrama en el que una huérfana aceptada como criada de una mansión se enamora del dueño en Inglaterra en el siglo XIX. Adaptación de la novela de Charlotte Brontë (1847). La ambientación en una especie de casa de fantasmas es atractiva para reforzar los lazos góticos de la novela. Las variaciones que experimentan los personajes principales se reflejan en el rostro siempre enigmático de Charlotte Gainsbourg. William Hurt sigue haciendo de turista accidental, pero no está fuera de lugar en el mundo de las apariencias y la hipocrecía de la sociedad victoriana.