Policial blaxploitation en el que una azafata negra planea una estafa a un vendedor de armas mientras es investigada por unos policías en Los Angeles. Lo mejor del film es el dibujo de los personajes: desde la protagonista negra, el fiador maduro, el gánster violento, su amigo tonto y la rubia tonta, hasta el agente del FBI canchero. Todos tan fracasados y perdedores como auténticos y reales. Tarantino muestra signos de madurez al recurrir al reducir la violencia (sólo seis disparos a lo largo de la película) y al utilizar un montaje mucho más relajado y una planificación más elaborada. Es que en el fondo el film se atreve a contar una historia de amor. Los diálogos son muy diferentes a los de Reservoir Dogs (1992) y Pulp Fiction (1994), pero suenan igualmente excelentes (vienen de la novela de Elmore Leonard). El film tiene algunas ideas brillantes como el asesinato de Chris Tucker resuelto en profundidad de campo de un largo plano secuencia o el inteligente uso de la pantalla dividida al mejor estilo De Palma. Destacar también el uso de la steadicam en las escenas que transcurren en el shopping, aunque tal vez haya alguna de más. Tarantino nos deja expectantes para su próximo trabajo por la posibilidad de un auténtico cambio.