Drama en el que una maniática depresiva tiene ocasionales encuentros con hombres y recibe la visita de un primo en Japón. Sin duda la pareja protagonista tiene personajes con matices que están bien interpretados, la luminosa fotografía transmite la fragilidad interior y la música aporta un adecuado tono melodramático, que recuerda un poco a Lost in Translation (2003). Pero llega un momento que la distancia que pone Hiroki al sufrimiento y a los sentimientos hace previsible la resolución. Se nota, a fin de cuentas, que el guión es una adaptación de novela en la que, en algún punto, se pierde el interés por el pasado de los protagonistas y la profundidad psicológica.