Cuento de terror en el que un bebé mutante asesino se escapa de la sala parto e inicia una matanza serial en Los Angeles. La película es un poco más seria que lo que su premisa hace suponer. Cohen realiza una excelente graduación de las apariciones del monstruo de aspecto deforme. El score de Bernard Herrmann cumple un papel fundamental en las escenas de suspenso. Felices son las referencias al mito de Frankenstein, la inversión de roles que se da a lo largo del film (los padres son tan o más monstruosos que el bebé) y al papel de ineptitud total de la policía.