Drama en el que un mujer en fuga y un recién salido de la cárcel se enamoran y se van a vivir juntos a una cabaña en un pueblo de Suecia. Bergman vuelve a adaptar una obra de teatro para su segundo film. Esta vez de un autor noruego, Oskar Braaten. La película arranca bien con dos outsiders que unen su camino. Pero el guión no tarda en sumar contracciones, en complicar innecesariamente las cosas y en sumar apuntes banales (la relación del jefe del protagonista con su esposa). Todo para subrayar la mecánica más rudimentaria del melodrama: la sociedad contra la pareja de amantes. Previsiblemente todo resuelve en un juicio con abogados, alegatos y testigos.