Policial en el que dos detective de homicidos de Los Angeles llegan a un pueblo de Alaska para investigar el asesinato de una adolescente. Remake de Insomnia (1997). El planteo del film tiene una irresistible mezcla de Twin Peaks (1990-1991) y Bad Lieutenant (1992), con el agregado de Al Pacino como protagonista. Pero la película está al límite del producto comercial al uso y de una atractiva reformulación genérica inclinándose más al final por lo primero. Nolan no busca jugar con el suspenso salvo en un par de secuencias. Se interesa más por el trabajo de los actores en el que hay que destacar también la presencia de Martin Donovan. Los inserts de la sangre que brota y los breves flashbacks son pequeñas licencias que alteran la linealidad narrativa. Lo mejor es el retrato y la ambigüedad moral del protagonista (preocupado por no revelar viejos casos, no duda en hacer un pacto con el asesino). Lo peor son los últimos 15 minutos en los que intenta justificar su comportamiento con un clímax que es canto al convencionalismo. Aun así, Nolan muestra en el montaje un saludable gusto por los contrastes que lo emparejan lejanamente con algunos directores asiáticos (Kim Ki-duk, Takashi Miike, Takeshi Kitano).