Cuento de terror y ciencia ficción en el que los tripulantes de una expedición arqueológica son asesinados por un monstruo extraterrestre en un planeta desconocido en el futuro. El film es un claro exploit de Alien (1979), con un guiño sexual a Rosemary’s Baby (1968). Pese a lo previsible del desarrollo, no resulta tan desagradable. Warren puede carecer de talento, medios y originalidad, pero al menos tiene una virtud: mira de frente al horror. Porque a fin de cuentas, los directores capaces de jugar con la imaginación del espectador en el género de terror se cuentan con los dedos de la mano.