Drama en el que una niña de nueve años vive alternativamente con su madre y padre separados en Roma en 1984. Asia Argento nunca se ha destacado por la sutileza en sus películas como directora, pero no se le puede negar la autenticidad y belleza en sus melodramas extremos que por suerte, nunca caen en el sentimentalismo o los golpes bajos. El dibujo de los personajes es de trazo grueso, la fotografía está repleta de colores chillones, la trama es una sucesión de desgracias que sufre la pobre niña por parte de sus familiares y amigos. Sin embargo en ningún momento victimiza a su protagonista. En este caso la historia es bastante autobiográfica. Asia tenía nueve años en 1984, vivía en Roma con un padre famoso y el parecido físico entre Charlotte Rampling y su madre Daria Nicolodi es inconfundible. Hasta qué punto el resto es real o parte de la ficción sólo ella lo sabe. Pero a fin de cuentas resulta irrelevante.