Comedia surreal en la que un hombre es conducido en una limousine y desempeña excéntricos roles a lo largo de un día en Paris. Carax vuelve al largometraje después de 13 años y recupera a Denis Lavant como protagonista. Pese a que mucha coherencia no se le puede pedir al relato, el film está repleto de ideas alegóricas y juega con cierta noción extrema de la actuación, de la representación y de la intervención de la realidad que la hacen llevadera. De los nueve papeles que desempeña el protagonista a lo largo de la película, rescatar esa especie de monstruo que secuestra a una modelo y la lleva a los túneles subterráneos de Paris.