Comedia dramática en la que una chica rompe con su novio y se debate entre dos compañeros de trabajo en Chicago. Lamentablemente el riesgo de estos films con cámaras digitales, presupuestos inexistentes, diálogos improvisados y personajes en eterna duda es caer en la indulgencia, El problema con Swanberg, que no es un director primerizo, es ya que se muestra demasiado cómodo en este formato y demasiado fascinado por los conflictos pequeño burgueses. Aparentemente la película fue filmada sin guión. Lo peor es que se nota, no por la sensación de improvisación, sino por la incapacidad de darle alguna progresión a la historia, por los personajes tan vacíos como sus diálogos y por las numerosas escenas que no tienen ningún provecho. Sin duda Greta Gerwig tiene cierto magnetismo en sus gestos y sus miradas. Su personaje en principio no carece de atractivo en cuanto a la mezcla de insatisfacción, inteligencia y torpeza, pero en ningún momento es aprovechado. Sólo un par de escenas, la separación con su primer novio y la charla de sexo con amigos, tienen algo de autenticidad. Swanberg en apenas tres films agotó las posibilidades (modestas) de su cine.