Comedia dramática en la que un joven hereda el negocio de su tío en Helsinki. Versión contemporánea de la tragedia de Shakespeare. A partir de una fotografía en blanco y negro que remite al film noir, de un sentido del humor absurdo y de la utilización del rock & roll en la banda sonora, Kaurismäki propone en todo momento fugas a la solemnidad con la que habitualmente se adapta el original. El film genera un fascinante híbrido de drama y comedia. Está repleto de geniales momentos como la muerte de Ofelia (casi festiva) y el clímax en la oficina con la televisión en la cabeza.