Drama en el que un profesor de música adopta un perro perdido llegado de Japón en Rhode Island. Remake de Hachiko monogatari (1987). Parece que a Hallström y Richard Gere les gustó tanto The Oax (2006) que repiten colaboración adaptando película japonesa. Si el original no era ninguna maravilla ahora queda reducido a esqueleto: punto de partida forzado, escenas sobre actuadas, duración más corta para acelerar. Para evaluar estas películas pensadas para despertar la ternura en el espectador habría que hacer una encuesta a la salida de la sala. Pero el giro dramático solo para mortificar carece del impacto. Y de la foto epílogo que muestra la supuesta historia real, mejor ni hablar. La única modificación formal en la puesta en escena es la cámara de video desde el punto de vista del perro se agota en el mismo momento de su ejecución. En cuanto a los actors, quedan reducidos a comparsas televisivas del perro: R. Gere hace veinte años que hace papeles de cincuenta, Joan Allen ya se olvidó quién era y Jason Alexander, apenas simpático. Hallström es un director que definitivamente ha perdido el camino y desesperadamente trata de recuperarlo.