Drama deportivo que sigue una temporada de la Fórmula 1 desde el gran premio de Montecarlo hasta el de Monza en Italia. Frankenheimer monta un espectáculo realista a partir de unas brillantes escenas de carrera (que aún hoy no han sido superadas). Los planos que muestran a los actores manejando los autos a alta velocidad, el ruido de los motores, la longitud de los planos en primera persona dan una sensación de velocidad poca veces lograda en el cine. El film dura tres horas y se rellena con los vaivenes sentimentales de los principales corredores. Pero estas escenas, más allá de algunos diálogos de cajón, logran mantener el atractivo por la elegante planificación de Frankenheimer en scope.