Musical en el que Juana de Arco es llevada a juicio y quemada en la hoguera en Francia en el siglo XV. Roberto Rossellini se despega del neorrealismo temporalmente para adaptar una ópera de Paul Claudel. El artificio del escenario, la utilización del color y cierto tono burlesco nunca habían sido vistos en su obra. Pero la película es apenas una curiosidad. Llama la atención la indiferencia con que Ingrid Bergman interpreta su papel.