Cuento de terror en el que un joven fotógrafo negro visita la casa de su novia blanca y sospecha que lo quieren matar en el norte del estado de New York. El sentido del humor subterráneo es el gran mérito del film porque rara vez sale a la superficie, pero está latente en todo momento. El público americano quedó tan fascinado con esta maniobra que Get Out hasta obtuvo una nominación al Oscar a mejor película. El problema es la trama paralela que acompaña el padecimiento del protagonista, por no hablar del problema que enfrentan todos los films de terror que superan los 90 minutos. ¿Qué hacer cuando los protagonistas quedan atrapados? En este caso la respuesta no es muy satisfactoria.