Drama criminal en el que dos pandillas se enfrentan en New York durante la guerra civil en la década de 1860. Scorsese abraza todas las temáticas posibles (la violencia, la política, la religión, la venganza) en una película que aspira a ser grande en forma y en contenido. El film arranca y termina con dos batallas antológicas en las que se destacan el montaje hiriente durante la lucha y el contraste de la música con la acción. La película revisa un momento y lugar de la historia poco visitado por el cine americano. Muestras los conflictos internos de un país en formación. La problemática tiene indudable actualidad (la inmigración). Signos habituales de Scorsese como la voz del narrador (más tranquilo esta vez), los mafiosos y las calles tienen un sentido más pintoresco. Los planos secuencias de la apertura de puertas que llevan al silencio del afuera (previo a la batalla) y de la llegada de los inmigrantes en barco quedan en el recuerdo. Tal vez la película más grande de la carrera de Scorsese, pero no la mejor. Los premios de la academia están demasiado cerca.